<< Volver

(nota: es posible que algunas imágenes y/o enlaces no funcionen)

Esta entrevista ha sido leída 11959 veces

   En este país son escasos los aficionados que deciden dar un paso adelante y lanzarse al mundo de la publicación de autores españoles, empleando su propio dinero en una empresa que pocas veces fructifica en algo más que un fanzine de periodicidad incierta y corta vida. Sin embargo, esporádicamente, alguien persiste en su empeño y no sólo se hace con un hueco sino que consigue prosperar, a base de invertir trabajo y toneladas de ilusión. Ahí tenemos a Luis G. Prado y Artifex, Pedro G. Bilbao y Silente, a Raúl Gonzálvez del Águila y Albemuth, y a Juan José Aroz y Espiral Ciencia Ficción.

   La aventura editorial de Juanjo Aroz nació en 1994 con una premisa muy clara: ayudar a que nuestros autores tuviesen una cierta difusión entre los aficionados a la ciencia ficción. Desde entonces ha publicado 29 libros que han cumplido con creces su premisa. Sobrevivió en un mercado muerto publicando el producto más difícil de colocar; ha mejorado el aspecto de sus libros hasta llegar a ofrecer productos con un acabado casi profesional; agota las tiradas de cualquier título que publica (bastante cortas, eso sí); y ha conseguido, entre otros galardones, los dos últimos Ignotus a la mejor novela en castellano (en los años 2001 y 2002 con Nuxlum y Demonios en el cielo);

   Como se puede comprobar en la siguiente entrevista, Juanjo es un tipo especial con las ideas muy claras. Otro, en su posición, quizás hubiese sido más ambicioso e intentado saltar al profesionalismo. Sin embargo tiene asumido cuál es su lugar y qué debe hacer para que Espiral Ciencia Ficción siga funcionando tan bien como hasta ahora, de tal manera que pueda continuar apoyando a los nuevos escritores de ciencia ficción, muy necesitados de un lugar donde poner la primera piedra de sus carreras. Ya sea a través de una novela o, por qué no, un relato breve. Algo elogiable que esperemos dure, al menos, 9 años más.

Nacho, agosto 2003

 

   ¿Cuando empezaste a leer ciencia ficción?

   Desde muy crío me acostumbré a, semanalmente, leer algún libro de la biblioteca juvenil del colegio. De ahí pasé rápidamente a los cómics, novelas generales,... Vamos, fui un poco precoz en ese sentido. Recuerdo que una vez, en el quiosco, me acerqué a coger un cómic de Conan y vi una extraña revista con formato libro que se llamaba Nueva Dimensión. La compré por curiosidad y, a través de sus páginas verdes, fue como después accedí al fandom y a las colecciones de ciencia ficción. Ahí me enganché a escritores extranjeros, autores que escribían en castellano, supe de otras publicaciones que se estaban haciendo en aquel momento y de convocatorias de congresos que había en Madrid, que era donde estaba entonces el movimiento asociativo.

   ¿Y cuándo pasaste al mundo de la edición?

   En mi caso, una cosa llevó a la otra. Era una época de mareas revueltas. Estamos hablando del ´75 al ´80. Entonces oíamos música electrónica, leíamos textos de Nova Expresión, revistas tipo Ajoblanco y Star. Junto a Brian Aldiss, tenías también libros de Jack Kerouac o Kropotkin, había mucho caldo de cultivo político,... Tiempo de cambios, que diría Robert Silverberg.

   Yo seguía los fanzines que se estaban haciendo como Zikkurath, Blagdaross o Space Opera. Algunos, más sencillos, se editaban también en ciudades como, por ejemplo, Valencia. Estaba en contacto con ellos y, bueno, me animé a hacer algo por mi cuenta desde Bilbao.

   Teníamos que tirar de máquina de escribir, recortar, pegar, páginas fotocopiadas y hacer distribuciones muy pequeñas. Pero, por otra parte, eran momentos muy creativos. Escribía reseñas, artículos, cuentos, guiones de cómic o cine.

   Pero la mayoría de los lectores se quedan en su posición de lector y nunca se deciden pasar a la edición. ¿Qué fue lo que propició que tú dieses ese paso adelante? ¿Difundir lo que escribía gente que conocías?

   Al ser muy lector desde crío y en concreto gustarme tanto la ciencia ficción, pensé que igual podía hacer algo más. Aquí teníamos un grupo de gente en esa época, muy variopinto: el grupo Caos. Nos reuníamos mucho, charlábamos, intercambiábamos libros,...

   Entonces empecé con la edición de un fanzine que se llamó If..., y que cogía el nombre del título de una película de Malcom McDowell en la que unos alumnos británicos se dedican a disparar y rebelarse contra los profesores que tienen en su colegio. En ese fanzine me ayudaron otros dos amigos con los que formé después el grupo Caos. En cinco números cambiamos tres veces de nombre: los tres primeros If..., el cuarto Caos, y para el quinto anunciábamos Clon, pero finalmente se convirtió en la antología de relatos Procesos Cuasiestáticos. Vamos, que fue una temporada de mucho movimiento.

   Posteriormente me vino la mili y lo dejé como aficionado activo, pero sí que continuaba viendo películas, leyendo novelas de una forma más relajada. En el año ´91 tuve el accidente de tráfico en el que me quedé lesionado medular en silla de ruedas y después de la rehabilitación tenía, lógicamente, tiempo libre. Mi situación era estable, y quise volver otra vez al fandom. Vi lo que se estaba haciendo en ese momento, que eran básicamente los Cuadernos UPC, la revista BEM y poco más. Alguna convocatoria de algún premio,...

   En 1994, en Burjassot (Valencia), volví a ir a una HispaCon, contacté con los aficionados y presenté mi primer Cuaderno Espiral: unas cuantas hojas fotocopiadas encuadernadas con canutillo. Era la novela corta de Gallego y Sánchez titulada Nina.

   Es ahí cuando nace Espiral ciencia ficción, ¿no?

   Sí, yo tenía muy claro dónde quería llegar con mi proyecto y sabía que había un hueco importante entre los fanzines y las editoriales profesionales. Por ejemplo, se estaban presentando sobre un centenar de novelas al Premio UPC y en teoría se quedaban en un cajón, porque no había posibilidades de edición para ellas. Ese hueco fue el que intenté cubrir.

   Miquel Barceló en ese primer año me ayudó mucho, me pasó información de escritores que habían sido finalistas o meritorios y que me permitieron poner en marcha la colección.

   Fuimos evolucionando. En el número 7 cambié a formato libro. Ya tenía más presencia en el mercado de los aficionados y suscripciones. Sabía que contaba con una respuesta favorable. Por eso me decidí por empezar publicando pequeños libros, de ciento y pico páginas a un precio contenido.

   ¿Has cambiado mucho respecto a aquellos primeros tiempos?

   Ahora en octubre voy a sacar ¡el número 30!, con lo cual llevo ya 9 años y se puede decir claramente que estoy establecido. No me he hecho profesional porque continuo con mi política de hacer de intermediario entre el fanzine y la editorial. O si lo quieres decir de otra forma, ser un escaparate de lo que se está escribiendo en castellano y de ciencia ficción en el fandom.

   Por mi especial situación personal, en la que tengo una estabilidad económica y social, me puedo permitir el lujo de sacar cada 4 meses un libro, no ganar dinero con ello, y, simplemente, tener una ocupación con la que estoy muy a gusto.

   ¿Cuáles son los criterios por los que te guías a la hora de decidirte por la publicación de una novela?

   Ha quedado ya claro que tiene que ser una novela escrita en castellano y de ciencia ficción. En ese contexto, todos los que leemos CF sabemos que es una temática muy amplia, que tiene muchas variantes. Pero también hay por ahí una definición que dice ciencia ficción es aquello que el lector de ciencia ficción considera que es ciencia ficción. Parece una perogrullada, pero es que los que la leemos distinguimos sin demasiados problemas entre una novela erótica, gótica, fantástica o de ciencia ficción. Aunque luego esa novela de ciencia ficción pueda tener unas gotas de, por ejemplo, policíaco.

   Esas dos premisas anteriores son fundamentales. Y a partir de ahí, decir que sólo puedo publicar 3 títulos al año. Normalmente, tengo el siguiente plan: dedico una para promocionar a un autor novel. Si ese autor tiene también otras cosas escritas, está colaborando con páginas web o e-zines, es un aficionado activo,... suma puntos. Porque a la hora de elegir entre dos novelas de autores desconocidos, lo hago por el que además está haciendo cosas en pro del fandom.

   Otro de los tres libros lo dedico a autores reconocidos. Aunque en este momento no hay muchos escritores profesionales que vivan de la ciencia ficción, sí podemos hablar de una docena  larga que están saliendo en ediciones profesionales o semiprofesionales y que al lector le suena su nombre. He publicado a gente como Gabriel Bermúdez, Ángel Torres Quesada, Rodolfo Martínez,... Así, de esta manera, estoy dando una de cal y otra de arena: estoy ofreciendo una novela de alguien primerizo y, a la vez, otra de alguien que ya está valorado.

   Por último, el tercer título, ahora saco una antología de los mejores relatos del Premio Espiral ciencia ficción, aunque a veces también edito una segunda novela a algún autor que ya haya publicado en la colección, que, por los motivos que sea, tiene material, no ha podido acceder a otros sitios y yo considero que se le debe seguir apoyando. Entonces le doy un otro libro en la colección. Podría ser el caso de Joan Antoni Fernández, Daniel Mares, Gallego y Sánchez, Carlos F. Castrosín, etc.

   De esa forma hay variedad. Porque no me gustaría que alguien viese en la colección una dinámica única, una política rígida. No, la colección es amena, cubre todos los campos y gustos e intenta llegar al mayor número de aficionados. Ahí sí que lo recalco: no tengo ningún interés en llegar al gran público lector. Sé y acepto que mi público es aficionado, es especializado y es que considero que alguien tiene que ocupar también ese sitio.

   Y entre todas las temáticas presentes en la ciencia ficción, ¿hay alguna que te guste especialmente? ¿Qué valoras más a la hora de leer una novela?

   Quizás por la trayectoria que he seguido, la que más me atrae es la especulativa y de futuro próximo. Yo leí mucho en mis comienzos a Ursula K. LeGuin, Robert Silverberg y gente de ese estilo. Me gustaron películas como Blade Runner, Gattaca o Minority Report... novelas como Todos sobre Zanzíbar en su momento me inquietaron.

   ¿Por qué nunca haces segundas ediciones cuando un libro se agota rápido?

   Intento que, como mínimo, duren 3 meses en el mercado. Lo normal es que, durante un año, me queden ejemplares para nuevos suscriptores, gente que se apunta a posteriori. Pero claro, yo no tengo una bola de cristal y con algunos títulos he recibido una acogida excelente. Puedo citar el caso de Demonios en el cielo de Gabriel Bermúdez Castillo, que se llevó al año siguiente el premio Ignotus a la mejor novela y a la mejor portada, y en el propio congreso de Zaragoza, donde lo presenté, todo el mundo iba con un ejemplar bajo el brazo. Lo agoté al acabar el mes.

   La gente me ha pedido desde entonces que haga con él una segunda edición, el propio autor me lo comentó, pero yo no soy profesional. Soy amateur. Y eso quiere decir que no tengo un almacén detrás, no tengo ni distribuidoras ni un personal administrativo que esté trabajando para mí. Yo mismo hago la maquetación con software de autoedición, la corrección con la ayuda de mi mujer, la distribución entre librerías especializadas, enviar los libros a los suscriptores, etc. Mi tiempo es limitado porque además, como espero comprenderán los usuarios de Cyberdark, también tengo mi propia vida y mis ocupaciones, donde yo tardo el doble de tiempo en hacer cualquier cosa dada mi situación física.

   Así, aunque quisiera, tendría que robar el tiempo que dedico a los nuevos títulos y, evidentemente, prefiero preparar uno más para la colección que ponerme a reeditar y promocionar otro que ya he hecho. Creo que esa tarea le corresponde (y por cierto, ya ha ocurrido) a los editores profesionales. Citaré el caso de Nuxlum, que también se llevó un premio Ignotus, cuya segunda edición con la segunda parte, El despertar de Nuxlum, lo publicó la editorial profesional Sirius. El libro de Demonios en el cielo lo tiene ya apalabrado otra editorial.

   Espiral - CF, como viene en la primera página de cualquier libro, no tiene derechos de autor, que siguen siempre en poder de los escritores. Sólo podemos hacer una primera edición como difusión cultural, para expandir nuestro género favorito.

   Otra reedición de un libro que publicaste primero en Espiral es Seis, de Daniel Mares, recién reeditada en la colección Gotas...

   Cierto, en formato libro de bolsillo. También Nina ha sido reeditada en la revista Pulp Magazine. Sé de otras novelas de Espiral, que no puedo contar, que ya están apalabradas y que los propios autores me han preguntado si no me  importaba. Y les he dicho, por supuesto, que adelante.

   Como editor supongo que estarás orgulloso.

   Me da una gran satisfacción porque mi tarea, que es en buena medida promocionar autores, se ve refrendada en cuanto a que esos títulos que he sacado consiguen nuevas ediciones y lleguen al gran público. Eso quiere decir que algún acierto tengo. Y para mí es suficiente porque, a diferencia de Nova o Minotauro, que tienen que sacar libros vendibles, yo puedo permitirme el lujo de jugar al póquer con los escritores y, de vez en cuando, marcarme un farol y ver qué pasa. A veces acierto, a veces no. Pero es una posibilidad que tengo por ser amateur.

   ¿Y nunca has tenido el gusanillo de pasar a una labor más profesional, publicando algún libro de un autor extranjero?

   No. Ya desde la primera época como faneditor a finales de los ´70, me dediqué a los textos en castellano. Mi teoría era que para el material que viene de fuera ya hay revistas y colecciones que van a lo seguro, lo traducen y lo publican aquí. Pero a los autores nuestros, por aquello de que nadie es profeta en su propia tierra, siempre se encuentran con un plus de dificultad para poder encontrar acomodo a sus textos. Creía entonces y creo ahora, que es necesario ofrecerles un cauce de salida. Yo soy el primero que leo autores extranjeros encantado, pero también reconozco que a veces me apetece leer a un autor en castellano que me está hablando, por ejemplo, de un SupraBeni, que es un Benidorm a 20 años vista. Contándome cosas cercanas. Porque lo mismo que me gusta tomar un plato de cocina francesa, también me apetece una buena tortilla española o unos huevos fritos con chorizo. En la variedad está el gusto. Y, por lo tanto, para el lector de ciencia ficción, tener en su balda de lectura algún libro nuestro ayuda a que el género continúe y no nos convirtamos en un páramo cultural en el que todo son traducciones de autores superventas.

   No hace falta decir que los autores ahora conocidos, en algún momento, alguien tuvo que apostar por ellos.

   Háblanos un poco del Premio Espiral - CF. ¿Cuándo te planteaste su creación?

   Hubo un momento en el que estaba con más tiempo libre y vi que los concursos que había en el país eran de ciencia ficción, pero abiertos. Podías mandar cualquier tipo de ciencia ficción o, incluso, fantasía. Y luego podías enviar varios relatos. Por mi parte, como editor de la colección Espiral, me había dado cuenta de que había una cierta dinámica anual de repetir tendencias o argumentos. De repente recibía varias novelas que tocaban la religión; otro año la teoría cuántica, la vieja anécdota del gato que está dentro de la caja; otro muchas novelas policíacas. Y, claro, me dije por qué no intentar desde mi sitio, que es reducido pero con una relativa repercusión, que los escritores españoles especulen de una forma clara, con un tema de ciencia ficción que, en principio, interese a los lectores más curiosos.

   Al escoger la extensión de "hasta 8 páginas" daba la posibilidad de que no fuera un trabajo excesivo para nadie, de forma que incluso los autores más noveles pudiesen entrar en él y participar. La cuantía del premio, una placa y 150 € no es excesiva, pero intenté enganchar al escritor que participara con una posible antología editada en formato libro, que siempre es interesante para los autores, con la repercusión de que son leídos por el aficionado.

   Este año será ya la quinta edición y hemos recibido en la anterior escritos de 97 participantes de una docena de países. Con lo cual yo creo que estamos empezando a encarrilar el premio hacia lo que yo quería, que es hacer un concurso de relatos diferente.

   Hasta ahora todos los temas tratados son de una actualidad fehaciente: globalización, la estación internacional, la crisis del petróleo,... ¿Tienes intención algún año de abordar algún tema más clásico del género, como el viaje en el tiempo o la ucronía?

   En principio no. Mi intención consiste, como ya he dicho antes, en que los escritores especulen. Si hiciese una convocatoria en la que se hablase de, por ejemplo, guerras interestelares, el ascensor espacial o la máquina del tiempo... temas que han sido ya tocados por los autores de las diferentes épocas de la ciencia ficción, para mí, sería desperdiciar de alguna manera el esfuerzo que dedico a esta convocatoria.

   Como posibilidad no me parece mal, pero para eso ya hay otros premios establecidos y muy conocidos como el Aznar en Madrid, el Domingo Santos en cada congreso que se celebra anualmente en diferentes ciudades, o cualquier otro. Insisto en que mi hueco es diferente.

   Quería preguntarte también por el premio que acaba de convocar Minotauro, sobre la influencia que va a tener...

   No es difícil adivinar que va a ser otro hito, va a suponer un punto y a parte. La cuantía del premio (18000 €) es enorme. La extensión además no es ya novela corta sino novela, que será publicada después por Minotauro. Yo creo que va a haber un antes y un después con este premio. De hecho, por lo que me ha llegado, gente que escribía CF hace tiempo y que se había ido un poco a la literatura general, a libros juveniles, terror, policíaco,... están volviendo a escribir ciencia ficción y van a regresar para participar en esta convocatoria. Eso creo que ya es sintomático.

   ¿Cómo te va a repercutir a ti y a Espiral la llegada del premio?

   Va a dinamizar el género, y eso siempre viene bien. La ciencia ficción, como cualquier otro estilo literario, necesita de caballos que empujen. Y Minotauro ahora con la colección de libros de bolsillo, con la convocatoria, con la difusión de su colección que llega a muchas librerías y centros comerciales, está haciendo esa tarea de locomotora.

   A mi editorial le va a repercutir, en un primer momento, disminuyendo un poco las ventas de mis libros. Pero no demasiado ya que mi público es de suscripción y de librería especializada. Y a medio, largo plazo me va a beneficiar, porque cuantos más lectores entren en el mundillo gracias a Minotauro, un pequeño porcentaje de ellos será más activo, más curioso y querrá conocer lo que estamos haciendo los pequeños editores.

   ¿Qué presentas en la Hispacón de Getafe, en Xatafi?

Como había comentado antes, la colección quiere guardar uno de los tres títulos para autores que son conocidos. Gente que a los aficionados que acudan hasta Getafe les puede apetecer conocerles personalmente, que les firmen el libro o charlar con ellos. Desde hace varios años llevo una dinámica de que el autor que presento en el congreso sea alguien de la zona o alguien que asistirá y es conocido. Por ejemplo, a Barcelona el año pasado fue Carlos F. Castrosín. Es madrileño pero cumple con los requisitos.

   Para Getafe voy a presentar la novela Peregrinos de Marte de José Antonio Suárez, que es un escritor de Albacete que va a acudir y que ya tiene una cierta presencia: ha obtenido un premio Ignotus, ha sido publicado por Edebé, en Sirius,... Además es un escritor con un estilo muy fluido, entretenido, mordaz, un poco irónico,.... Y escribe novelas que son recibidas por los aficionados de Espiral con gusto, con ganas.

   Una curiosidad. ¿Por qué Espiral?

   El nombre de Espiral se le ocurrió a mi mujer. En el año ´94 miramos lo que había en el mercado y estuvimos pensando en uno que fuera corto pero no demasiado. Tres sílabas podría estar bien. Espiral ciencia ficción, para diferenciarlo de cualquier otra posible espiral que hubiera podido haber en el mercado a nivel de música, colecciones generales o lo que fuera. En un primer momento, por la sonoridad del nombre, pero sobre todo por lo que significa el símbolo de una espiral, con su forma siempre abierta hacia el infinito. Es un nombre tan ciencia ficcionero...

   Ha habido lectores que nos han preguntado si venía porque nuestros seis primeros números de la colección eran hojas Din A4  fotocopiadas y encanutilladas en un formato como el de los apuntes universitarios. Y la respuesta es negativa. Todavía me estaba dando a conocer y no tenía un mercado hecho, por lo que hacía tiradas cortas de 10, 20 ejemplares o más que iba reponiendo según se iban agotando. Pero no era por el canutillo. Era por el término galáctico de la espiral.

   ¿Unas últimas palabras?

   Lo único que quería añadir era daros las gracias por la tarea que estáis haciendo para promover, en concreto, el tema que más me gusta, la ciencia ficción. Y si alguien tiene curiosidad, encontrará más información sobre nuestro proyecto en la web de Espiral - CF

   ¡Ah! Deciros finalmente que si os queréis suscribir y apoyar así la labor de nuestros escritores, indicarnos en vuestro mensaje que sois usuarios de Cyberdark para que así tengamos un detalle de bienvenida con vosotros ;-)

   Web de Espiral Ciencia Ficción http://aroz.izar.net/

   Premio Espiral Ciencia Ficción http://aroz.izar.net/premio.htm

   Estado actual de la colección http://aroz.izar.net/coleccion.htm

 

@2003 Ignacio Illarregui para cYbErDaRk.NeT
Prohibida la reproducción sin permiso expreso del autor

    

2004-02-25 17:32   jtalent
En verdad una ave rara. Este hombre es un ejemplo ya no sólo de esfuerzo y tenacidad (¡¡ la colección va en el No. 29!!), también paciencia y perseverancia. Una obra de amor por la Ciencia Ficción. Nada de lo que aquí se diga en su favor le hará justicia.
2003-08-25 13:20   esquelario
Como dice geergum, hay que quitarse el sombrero.
Este hombre es mucho.
2003-08-15 20:41   phaedra
Es una labor que hago con mucho gusto... pero quisiera decir que en cyberdark también se está haciendo algo que es vital para la CF: un punto de encuentro dinámico que ayuda a que sigamos, aportándonos oxígeno.
2003-08-10 10:33   Starhawk
Juanjo, ante esto solo queda felicitarte por esa labor tan importante, y sobre todo por la claridad de ideas que has demostrado. Todo el mundo se suele ocupar de las "primeras filas", porque es más rentable y más lucido, pero ocuparse de aupar a la gente... bueno, ¡¡para mi gusto es más que loable!!. Como decía Nacho, que tu aventura no se acabe y desde aquí te deseo mucha suerte, porque lo demás creo que ya lo tienes de sobra.
2003-08-09 21:04   geergum
Ojalá más gente fuese como este hombre e impulsase el mercado de la fantasia y ciencia ficción en españa .
Me quito el sombrero ante él.