<< Volver

(nota: es posible que algunas imágenes y/o enlaces no funcionen)

Manual para eruditos: La Guía de la Tierra Media,
de Robert Foster

Esta crítica ha sido leída 11549 veces





Manual para eruditos: La Guía de la Tierra Media,
de Robert Foster

Título original:
The Complete Guide to Middle-Earth. From "The Hobbit" to "The Silmarillion"

Minotauro

El autor en cyberdark.net

 

 

por Iván Fernández Balbuena (cebra), febrero 2004

   El caso de Robert Foster debe de ser el sueño de todo fan de Tolkien y, en cierta forma, su vida es la de muchos de nosotros. Lee El Señor de los Anillos cuando era un niño y el hechizo de este libro cae sobre él de forma fulminante. A partir de ahí recorre el camino habitual: lectura de El Hobbit, descubrimiento de que ahí se acaba todo y relectura tras relectura. Lo normal en un adolescente obsesionado.

   Lo que viene después, aunque también común, ya empieza a rozar el sueño. En un arrebato que muchos lectores han debido de sufrir, decide profundizar más aún en el tema y empieza a elaborar una Guía de la Tierra Media, o lo que es lo mismo, un diccionario alfabético que recoja la mayoría de los nombres propios (de personajes, lugares y cosas) que aparecen en la obra de Tolkien.

   Lo normal hubiera sido que después de algunos días Foster lo hubiese dejado por imposible, pero el chico perseveró y logro que una primera versión apareciese en un fanzine de la época: Niekas. A partir de ahí el camino fue imparable. Foster se pone en contacto con Tolkien y su hijo Christopher. La Guía se amplía y mejora hasta que aparece en 1971 en EE. UU. en una editorial pequeña (Mirage Press) en formato de libro. Finalmente, la publicación de El Silmarillion y la oferta de reedición por parte de una grande como Ballantine Books (cuya división de Fantasía y Ciencia Ficción estaba dirigida por los conocidos editores y escritores Lester del Rey y su mujer Judy-Lynn) le llevan a revisarla profundamente. El resultado final es La Guía Completa de la Tierra Media, aparecida en 1978 y reeditada infinidad de veces hasta hoy.

   Foster logró algo más que un libro sólo apto para fanáticos. Su obsesión por la Tierra Media le llevó a interesarse por la lingüística, conseguir un doctorado en Literatura Inglesa Medieval y una plaza como profesor de esta materia en la Universidad de New Brunswick. Un perfecto ejemplo de cómo un libro puede llegar a cambiar la vida de quien lo lee. Así pues, dio el salto de fan a profesor universitario sin tener que renegar de sus creencias y, de hecho, probablemente sea más conocido por esta obra que por sus otros trabajos más eruditos.

   Ahora bien. ¿Qué nos encontramos en La Guía Completa de la Tierra Media? Pues ni más ni menos que un curioso híbrido entre la erudición y el frikismo. Como ya dije antes, el libro se estructura como un gigantesco diccionario donde se recogen todas las referencias posibles de hasta el último enano, elfo, hombre, orco, valar, maiar y demás fauna de la obra de Tolkien. La base de este trabajo son los tres libros canónicos: El Señor de los Anillos, El Hobbit y El Silmarillion. No aparecen, por tanto, referencias a ninguna de las obras posteriores editadas por Christopher Tolkien (Cuentos Perdidos, Historia de la Tierra Media e Historia de El Señor de los Anillos) aunque sí se utilizan Los Poemas de J. R. R. Tolkien y The Adventures of Tom Bombadil. Además, el libro cuenta también con una breve y jugosa introducción y varios apéndices que recogen principalmente tablas genealógicas (bastante innecesarias, vistas las que hay en los Apéndices de El Señor de los Anillos) y una Cronología de la Primera Edad, obra de Foster y, quizás, lo más novedoso de todo el volumen.

   La elaboración de semejante libro (el diccionario en sí abarca 397 páginas) tuvo que ser una labor titánica. El mismo autor reconoce que, además, es una labor en cierta forma imposible. Porque si bien es cierto que en El Señor de los Anillos y El Hobbit Tolkien logró pulir sus escritos de tal manera que su acabado fue casi perfecto, esto último fue imposible en El Silmarillion, editado póstumamente y gracias al empeño de Christopher Tolkien, donde las contradicciones y problemas son legión. De ahí que en el apartado de agradecimientos aparezca una auténtica algarabía de nombres de correctores, amigos y tolkienólogos que escudriñaron el manuscrito para buscar hasta la última errata.

   De esta forma, el trabajo de Foster resulta lo suficientemente profesional y completo como para que poco se le escape a su ojo, y lograr un libro que será de muchísima utilidad a todos los aficionados a Tolkien que disfruten buscando hasta la cita erudita más remota sobre su más querida obra.

   Mención aparte merece el apartado de la traducción. Realmente este trabajo tuvo que ser una auténtica labor de chinos. Principalmente porque había que traducir todos los nombres de lugares, objetos y demás de la misma forma que aparecen en los otros libros de Tolkien. De ahí que no sea nada raro que algunos errores se hayan colado y eso que, además del traductor Elías Sarhan, trabajaron con él dos correctoras más: Estela Gutiérrez y Ana Quijada.

   En fin, un clásico que ningún fan debería perderse.

 

© 2004 Iván Fernández Balbuena (cebra) para cYbErDaRk.NeT
Prohibida la reproducción sin permiso expreso del autor

 

2004-02-02 13:36   yarhel
Completamente de acuerdo con lo que dice Iván. Se trata de un libro bastante útil, sobre todo si te pones a leer El Silmarillion, donde es bastante fácil perderse entre un mar de nombres y una guía como esta es especialmente esclarecedoral.